Estas aves necesitan una jaula de grandes dimensiones para tener un desarrollo físico adecuado. Las jaulas van acorde con el tamaño del animal, por ejemplo, un periquito no necesita una jaula tan grande como un yaco. Pero éstos, sin embargo, son muy sensibles a las corrientes de aire, por lo que las jaulas de los periquitos deben estar colocadas en un lugar soleado de la casa. Los guacamayos, cacatúas, yacos (aves de mayor tamaño) no son tan delicados, pero sí necesitan mucho espacio.
En el interior de la jaula deben tener cañas y juguetes, los cuales se deben cambiar cada cierto tiempo para que el ave no se aburra cuando esté dentro. Los espejos no son aconsejables.
Las jaulas se deben limpiar con mucha frecuencia y cada cierto tiempo desinfectarla para evitar parásitos que puedan dañar al animal. Los juguetes, cañas, bebederos y comederos también se tienen que lavar a conciencia.
Al igual que la vivienda del ave se debe limpiar, el animal también necesita baños para tener un buen plumaje. Los baños les suelen gustar y se deben dar cada dos días como mínimo y en verano cada día. Si el ave no se deja coger para bañarle, se le puede mojar con un pulverizador.
Las uñas deben estar controladas, cortándoselas cada cierto tiempo (llevándolo al veterinario o si se tiene experiencia lo puede hacer uno mismo con las tijeras adecuadas). Para evitar un rápido crecimiento de las uñas, es consejable tener cañas que las desgasten. Lo mismo ocurre con el pico, evitando su crecimiento con una piedra de calcio.
Estos animales viven en grandes comunidades, por lo que es aconsejable tener como mínimo una pareja de la especie. Sin embargo, pueden llegar a ser muy sociables con los humanos y aprender trucos; si están acompañados esto será más difícil, pero con paciencia no es imposible.
